reina nzinga

la mujer que creó Angola
Angola se llama así por esta mujer. Nzinga pasó de ser la hija de una sirvienta a la reina absoluta de dos reinos. Aunque no hayas escuchado hablar de ella, la Reina Nzinga es una de las personalidades más importantes de la historia de África, que resistió la colonización europea en pleno siglo XVII. Dirigió durante cuatro décadas la guerra contra los portugueses en Angola.
Reina en kimbundu se dice «Ngola». Por ella, la gran Reina Nzinga, los colonos portugueses utilizaron este nombre para denominar al país africano: Angola.
Su nombre también tiene historia. La llamaron Nzinga -’enrollado’ en kimbundu- porque nació con su cordón umbilical alrededor del cuello. Para Ndongo, el lugar en el que nació, esto era indicativo de que se convertiría en una mujer sabia y poderosa. “Será reina”, dijo una de las parteras que la trajo al mundo. No se equivocaba. Fue toda una líder, carismática y astuta, que luchó contra la ocupación europea y la esclavitud de su pueblo durante nada menos que 40 años: de 1620 a 1660. En este vídeo se hace un rápido repaso a la historia de esta increíble mujer:
Nzinga nació en 1582, ocho años después de la invasión de Ndongo -hoy Angola- por parte de Portugal, en aquel momento uno de los imperios más poderosos. Vivió desde su infancia la resistencia frente a los portugueses junto a su padre, el rey Mbandi Ngola Kiluanji, con quien llegó a luchar contra los conquistadores. Cuando el rey murió en 1617, fue otro de sus hijos, Ngola Mbandi, quien asumió el poder.
Una mujer nativa que plantó cara a los colonos europeos
Mbandi había llegado al poder solo por ser hombre. Sin duda, su hermana Nzinga le superaba ampliamente en inteligencia y carisma. Por eso, cuando él se vio incapaz de gestionar el problema de los portugueses, que habían establecido en la zona su principal centro para el tráfico de esclavos, aceptó la petición de su hermana, que se ofrecía a encargarse de las negociación con los colonos para firmar un acuerdo de paz.
Su hermano tomó el poder, a pesar de que ella le superaba ampliamente en inteligencia y carisma.
La futura Reina Nzinga se presentó con la cabeza bien alta ante el gobernador portugués João Correia de Sousa, quien consideró que las conversaciones serían pan comido: ¿nativa y mujer? Nada más fácil para él. O eso creyó.
Para ridiculizarla, se sentó en su cómoda butaca dispuesto a mantener la reunión, mientras a ella le ofrecía una alfombra en el suelo. Era su forma de hacerle saber que la consideraba inferior. Nzinga no perdió la compostura, pidió a uno de sus sirvientes que se arrodillase para sentarse encima y así estar a la misma altura que el gobernador. Quedaba así claro que Nzinga no tenía ninguna intención de doblegarse y que acudía a aquel encuentro en igualdad de condiciones.
Tras arduas negociaciones, ambas partes acordaron la retirada de las tropas portuguesas de Ndongo y el reconocimiento de su soberanía. A cambio, se abriría el territorio a estos colonos europeos para crear rutas comerciales. Sin embargo, las relaciones cordiales no duraron demasiado y los enfrentamientos se reanudaron poco después. En un intento por mejorar las relaciones con Portugal, Nzinga negoció de nuevo un tratado con ellos y se convirtió al cristianismo, con el objetivo para fortalecerlo y dar más confianza a los europeos. Adoptó el nombre de Ana de Sousa para complacer a los portugueses.
Se convierte en Reina Nzinga
A la muerte de su hermano, Nzinga tomó el poder en 1626, convirtiéndose en Reina de Ndongo. Con el poder en su mano, tenía claro la firmeza con la que lo iba a ejercer. Inmediatamente abandonó su nombre cristiano y comenzó a incitar a los esclavos a escapar del yugo portugués e ingresar a las filas de su vasto ejército, lo que la llevó a una nueva guerra con los portugueses en 1626. Vencida, decidió huir a Matamba, al norte de Angola, un lugar en declive con precedentes de mujeres en el trono, y allí instauró su nuevo reino.
Una brillante estrategia de ataques sucesivos le permitió recuperar algunos de sus territorios en poder de los portugueses. Esto forzó a un nuevo tratado de paz en 1639, por el cual se dio legitimidad y estabilidad a su nuevo reino, aunque no evitó nuevos enfrentamientos. En 1641, la Reina Nzinga, muy inteligentemente, se unió a los holandeses para atacar y dominar a los portugueses con relativo éxito. Las fuerzas lideradas por la Reina Nzinga terminaron imponiéndose a los portugueses, tras una ola de combates que se alargaron hasta 1648.
Tras asumir que nada podían hacer contra la fuerza de la que había demostrado ser una poderosa reina, Portugal acabó renunciando a su deseo de conquistar Ndongo en un tratado ratificado en Lisboa en 1657. Este nuevo pacto fortaleció la posición política de la Reina Nzinga de cara a los portugueses yaseguró a su hermanael derecho de sucederla en el trono después de su muerte.
Como Reina, supo mantener a raya la agresiva invasión de los colonos portugueses.
La reina que actuó como un rey
No cabe duda de que, además de los problemas derivados de su origen, la Reina Nzinga tuvo que lidiar con un obstáculo aparentemente infranqueable:ser mujer. A pesar de haber demostrado sus dotes como gobernanta y haber puesto a raya a la ocupación portuguesa, su reinado se veía como unaespecie de regenciahasta que hubiera un hombre, un monarca de verdad, que tomara el poder.
Pero ella no esperó a que esto sucediera y sencillamente cambió las tornas: actuó como se esperaría de un monarca hombre. Se cambió el título, formó a sus damas en técnicas de lucha y las convirtió en su guardia personal. Ella misma empezó a liderar sus tropas durante las batallas y llegó a ser una formidable espadachín, muy temida, además.
La Reina Nzinga demostró que las mujeres podían tan bien como los hombres ostentar el poder y defender la soberanía de su pueblo y su historia sirve para contrarrestar el discurso de sumisión de la mujer en África a lo largo de los tiempos. Ella es una prueba más de que la mujer en África ha sido una pieza clave, y lo sigue siendo, de la evolución del continente.

resistente contra el poder colonial durante 40 años
La Reina Nzinga gobernó durante40 años, manteniendo a raya el poder colonial portugués mediante una magistral estrategia que aunaba diplomacia, guerra y la unidad de su pueblo. Dirigió una firme oposición contra los intentos de conquista portugueses a través de operaciones militares quelideraba personalmente: ella misma luchaba a la cabeza de sus tropas.
La reina murió el 17 de diciembre de 1663. Tenía 82 años y había pasado la mitad de su vida al frente de una resistencia contra el colonialismo europeo. No solo murió siendo reina, sino que tras su fallecimiento se mantuvo la independencia de su país y el respeto de Portugal. Dejó como sucesora a una de sus hermanas y durante el siguiente siglo, la mayoría de gobernantes de Ndongo-Matamba fueron mujeres. Y ya no se discutió su derecho a serlo.
Cuando Angola logró la independencia como país, dedicó una calle de su capital a la Reina Nzinga, que hoy es considerada un símbolo del africanismo contra la opresión extranjera. Da nombre a calles y escuelas en Angola, y está presente en la moneda de 20 kwanzas.
Aunque oculta en la historia, la Reina Nzinga es una figura histórica clave. Su estatus en la historia africana es significativo, no por haber sido una gobernante icónica durante una época turbulenta en África, sino porque fue toda una inspiración para los angoleños en su lucha por la independencia en el siglo XX. Un ejemplo más de mujer que,a pesar de tenerlo todo en contra, lucho por dejar su huella en la historia. Participa en el cambio: da luz a su historia. Comparte este artículo si te ha gustado y síguenos en Instagram y Twitter.